Las claves para detectar si un menor sufre abuso sexual

Según estadísticas del Ministerio de Justicia, casi 2.000.000 de chicos menores de 18 años son víctimas de abuso sexual en el país, pero solo son denunciados el 10%

Sociedad 17/07/2019

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La violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes es uno de los delitos más subreportados, invisibles e impunes, y afecta transversalmente a toda la población. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada cinco chicas y uno de cada 13 varones son víctimas de abuso antes de los 18 años. Por su parte, Fundación Red por la Infancia realizó el cálculo poblacional en base al INDEC y le dio que casi 2.000.000 de niños son potencialmente víctimas de abuso en la Argentina, aunque solo son denunciados el 10%.

 
Por eso, saber leer las señales de alerta es fundamental. Paula Wachter, fundadora y directora ejecutiva de Red por la Infancia, explica que debemos estar atentos tanto a los indicadores específicos –que son los que nos hablan solo de abuso– como a los inespecíficos, que pueden ser o no producto de un abuso. .
 
Manifestaciones físicas:
 
Pueden ser explícitas, como lesiones, cicatrices y sangrado en las zonas genital y anal.
 
Infecciones genitales o de transmisión sexual, como sífilis, HIV no preexistente al momento del nacimiento o clamidia, entre otras.
 
Psicosomáticos, que pueden ser dolores recurrentes en los abdominales y la cabeza sin causas orgánicas.
 
Trastornos de la alimentación, como la bulimia y la anorexia, y autolesiones (indicadores inespecíficos).
 
Pérdida de control de la vejiga durante la noche (enuresis) o la resistencia de un niño a defecar (encopresis).
 
Cambios en su conducta social:
 
Pueden tomar conductas regresivas, hostiles y agresivas exacerbadas en sus hogares y dentro de sus círculos sociales, como amigos y compañeros de estudios (indicadores inespecíficos).
 
Pueden manifestar temores o rechazos aparentemente inexplicables frente a ciertas personas. Eva Giberti, coordinadora del programa Las Víctimas contra las Violencias, explica: "Hay que mantenerse alerta cuando un niño, por ejemplo, no quiere estar con una persona y dice ‘me molesta’. El chico no sabe decir ‘me abusa’, entonces aquel es el sinónimo que encuentra para expresar que le hacen algo que no le gusta".
 
Conductas hipersexualizadas:
 
Erotización que excede la curiosidad por los genitales propia de la edad en la primera infancia.
 
Pueden ser actitudes autoeróticas, como la masturbación compulsiva, incluso ante la presencia de una figura que podría censurarlo.
 
Pero también modifica el trato con su entorno, como llevar adelante juegos sexuales con sus pares o incluso conductas inapropiadas para alguien de cualquier edad, como investigar los genitales y el recto de los animales.
 
Manifestaciones psicológicas y emocionales:
 
Estas se traducen en ansiedad, depresión, angustia.
 
También puede afectar su sueño, incrementando las pesadillas, generando problemas para dormir y desarrollando terrores a la noche.
 
Manifestación verbal
 
Si bien se estima que solo el 20% logra manifestarlo verbalmente, muchas veces lo hacen de una manera lúdica porque lo tienen naturalizado. "Que los chicos lo presenten como un juego o que no manifiesten rechazo por el mismo no quiere decir que no sea abuso", destaca Wachter.
 
Muchas veces no pueden poner en palabras el tocamiento sexual por el nivel de desarrollo de su lenguaje, pero dicen, por ejemplo, "Papá me pegó en la cola". Según la especialista, esto sucede porque al no entender lo que está pasando y no poseer los recursos lingüísticos necesarios, lo ven como una agresión.
 
Importante
 
Hay que tener en cuenta que muchas veces estos síntomas se leen de manera aislada. Los médicos y muchos profesionales no están preparados para detectarlo porque el abuso sexual no forma parte de su formación de grado. "Pueden ser excelentes pediatras pero están atravesados por estereotipos y no recibieron la formación específica en esta problemática, es difícil detectar lo que se desconoce", subraya Wachter
 
Frente a la mínima sospecha, por más pequeña que sea, hay que actuar de inmediato y consultar a un especialista en abuso sexual.
 
Dónde pedir ayuda
 
Línea 0800-222-1717: Programa Las Víctimas contra las Violencias. Ministerio de Justicia de la Nación
 
Línea 137: Programa Las Víctimas contra las Violencias. Brigada de atención (CABA)
 
Centros de Acceso a la Justicia (CAJ). Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación ( https://www.argentina.gob.ar/justicia/afianzar/caj)
 
Línea 102: Línea de atención a NNyA (niños, niñas y adolescentes). Opera en 15 jurisdicciones del país -
 
Línea 102: línea de atención a NNyA. Opera en 15 jurisdicciones del país.
 
Para realizar denuncias, dirigirse a las comisarías, a la Comisaría de la Mujer, a las fiscalías penales o unidades fiscales específicas para delitos contra la integridad sexual, juzgados penales y de familia, asesorías o a la Defensoría de Menores (en caso de menores de edad).
 
Además, existen diversas organizaciones que pueden asistirte. Podes contactarte con Red x la Infancia por mail a info@redporlainfancia.org y Adultxs por los derechos la infancia a adultxsporlainfancia@gmail.com.
 
 

 

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