A la espera de una obra que el Gobierno Provincial estaría ejecutando en San José de las Salinas y que aparentemente solucionaría el problema del suministro de agua potable, la desesperación de los vecinos los llevó a implementar maniobras del siglo pasado para paliar la delicada situación.

 

Una fotografía publicada en la red social facebook por Marcos Bustos, el director del IPEM 369 Dr. René Favaloro, en la que se observa a un hombre en un carro entregándole agua a los vecinos en un tacho de 200 litros, desnuda la triste realidad que viene un pueblo del siglo XXI.

 

La suspensión de clases, falta de energía y las elevadas temperaturas que provocan una sensación térmica que en varias oportunidades rozó los 50°, transforman al lugar en pueblo fantasma que aún sigue esperando una solución de sus gobernantes.