Una pareja tuvo a su tercer hijo en la localidad bonaerense de San Isidro. En el momento de abandonar la clínica, el padre del bebé notó que algo no estaba bien. Es que el grupo sanguíneo no se correspondía con los de él y su mujer. Si ese registro era correcto, con ese grupo y factor no podía ser genéticamente su hijo.

 

Posteriormente hicieron un nuevo análisis de sangre y se confirmó el resultado anterior. Para que no quedara ninguna duda, un médico les recomendó un estudio de ADN, que volvió a arrojar el resultado de la incompatibilidad.

 

La pareja se había realizado un tratamiento de fertilización in vitro. Como no habían recurrido a donación de óvulos ni de espermatozoides, el embrión debía tener material genético solamente de ellos.

 

Según informó La Nación, desde el inicio se sospechó que fue que en la clínica de fertilidad donde a la mujer se le había transferido el embrión de otra pareja por error.

 

En tanto, la Justicia se encuentra investigando el hecho para comprobar si se incurrió en un delito de parte del centro de salud, mientras los padres que tuvieron el bebé hicieron la denuncia por los presuntos delitos de supresión de identidad, estafa y lesiones. La denuncia se tramitó en una fiscalía de San Isidro.

 

Luego, con intervención de la Policía Federal Argentina (PFA), se allanó el sanatorio donde nació el niño.

 

La abogada especialista en derechos de familia, Marisa Herrera, dijo a La Mesa de Café que, legalmente, por ley ese bebé es de los padres que hicieron la denuncia aunque genéticamente no lo sean. "Por error de un centro de salud, terminan teniendo un hijo que no gestaron ellos".

 

Y agregó: "Hoy por hoy no habría ningún conflicto judicial. Ir por la parte penal no es lo viable porque no hubo 'dolo'".

 

También explicó en Cadena 3 que el donante puede solicitar información a la clínica donde ocurrió el error, al "haber dos parejas comprometidas contra la clínica". Y se explayó sobre la tarea de los médicos: "Cuando uno hace una práctica de reproducción, se trata también de una práctica médica".

 

"Se trata del primer caso en Argentina, un país que tiene muchas técnicas de reproducción. El avance de la ciencia nos pone siempre ante un riesgo, con todo lo que implica", sostuvo.

 

En tanto, las primeras investigaciones realizadas aseguran que el problema estuvo en el centro de salud.

 

La Justicia llegó a la conclusión de que habría existido un error en el tratamiento médico. Al no haber "dolo", no pueden configurarse los delitos de supresión de identidad ni de estafa. Por tal motivo, la causa penal fue cerrada.

 

Entrevista de Siempre Juntos.