Rescates entre las llamas, enfrentamientos con delincuentes y hasta maniobras de reanimación pese a estar de franco. Con solo 30 años, uno de los policías imputados por la muerte del "Gordo Otto" llama la atención por la cantidad de hechos de alto impacto en los que intervino. 

 

El perfil de Víctor Pedraza es el de un agente que se muestra muy activo.

 

En 2016 fue condecorado por la Policía por salvar a 3 personas en un incendio. Un año más tarde mató a un ladrón en pleno robo en un comercio de Villa Azalais.

 

También se ganó el reconocimiento de vecinos del barrio Marqués de Sobremonte por rescatar a una niña que se estaba ahogando. Enterada de la difícil situación judicial de Pedraza, la familia de la menor a la que el policía llevó al hospital en su propio auto después de practicarle las maniobras de reanimación, le expresó su apoyo este miércoles.

 

Su intervención en la persecución de la Galería Norte fue respaldada por las autoridades provinciales. La familia del Gordo Otto sostiene que el uniformado incurrió en lo que popularmente se denomina "gatillo fácil".  

 

Por este hecho, Pedraza, padre de dos hijas, fue puesto en situación pasiva, por lo que que debió entregar su arma reglamentaria. Por ahora no presta servicios y sufrirá un fuerte recorte en su sueldo: cobrará menos de la mitad.