A raíz de las imágenes de una fiesta clandestina que se realizó este fin de semana en la localidad de Quilino, la policía local ya trabaja en el caso bajo las directivas de la  Fiscalía de Instrucción de Deán Funes. 

 

El evento que convocó a una multitud de jóvenes se organizó en la casa principal del establecimiento “El Galgo”, un campo emplazado en la zona del paraje rural El Bañado, a unos cinco kilómetro al sur de Quilino.

 

“A la fiesta la organizó el hijo de un empleado que se jubiló en el campo, digo esto porque quiero aclarar que la empresa no tiene nada que ver, cuando le pregunté al chico me dijo que había 10 personas pero cuando vi las imágenes me quería morir porque me pareció un acto de irresponsabilidad total por el momento que estamos viviendo, encima me usaron el generador y el gasoil que tenemos en el campo para cualquier contingencia con los animales”, indicó a Mirá El Norte Horacio Vidal, propietario del establecimiento.

 

Los videos y fotografías de la fiesta que se difundieron en Facebook y en la red de mensajería Whatsapp, generaron indignación en gran parte de la sociedad ya que el evento se llevó a cabo en un contexto sanitario favorable para Quilino (no casos activos de coronavirus), donde las autoridades sanitarias locales parecen haberle ganado la primera batalla al Covid-19. 

 

Mientras tanto, desde la Departamental Ischilín confirmaron que se iniciaron actuaciones sumariales con conocimiento a la fiscal Pochettino.