Mientras el PJ muestra a sus referentes trabajando unidos y organizados sin perder de vista su objetivo principal (las elecciones), el radicalismo no puede hilvanar una reunión para coordinar acciones de trabajo. 

 

Con instrucciones de sostener una campaña de baja intensidad y con énfasis en la obra del Gobierno Provincial, los peronistas norteños han conformado un equipo de trabajo que tiene toda sus corrientes internas dentro del proyecto global, y por ahora, los exponentes de experiencia y los jóvenes se exhiben en una fotografía que va sintonía de lo que requiere el Gobernador Juan Schiaretti.

 

LA UCR

 

Con la mayoría de sus núcleos divididos la situación territorial del radicalismo no es buena, y en este corto tramo hacia los comicios es complicado imaginar que la diputada nacional Soledad Carrizo logre hermanar la tropa y consensuar criterios. 

 

Hoy entre los correligionarios del Departamento Ischilín hay línea descompuesta y todo que indicaría que Deán Funes, la ciudad que le brindó un fuerte respaldo a “La Sole” en 2013, está más cerca de disputarle la conducción departamental a Quilino que de compartir una mesa diálogo.

 

Lo positivo de este momento escabroso para destacar, es que si la UCR decide conformar o romper el acuerdo con Cambiemos, Soledad Carrizo es la única dirigente boina blanca que se mantiene inamovible en algún segundo lugar de cualquier lista.