Por añadidura, su gabinete también siguió esa misma línea, salvo los funcionarios que por su labor están más expuestos, como el secretario de Salud, Dr. Javier Ocanto. 

 

Pero hace unos días, la sociedad pudo observar un rasgo oculto que se desconocía de la mandataria municipal: su firmeza y templanza a la hora de tomar y acompañar decisiones. 

 

Quizás una característica personal que se ignoraba de la intendenta, ya que hasta ahora se había desplazado mayormente en el ámbito social, territorio que se sienta bien y que le permitió en su juventud incorporarse a la política. 

 

Y es que la primera intendenta de la ciudad anunció, juntos otros funcionarios, una ley extremadamente dura para regular el tránsito vehicular, que en la actualidad solo se observa en las grandes metrópolis. 

 

La norma, que le da la facultad a los inspectores municipales decomisar y retener motocicletas, estén o no con sus propietarios presentes, fue aprobada en su mayoría por la comunidad y se hizo notar con mayor presencia en las redes sociales. 

 

Ahora resta determinar si esta metodología de trabajo distinta y novedosa podrá concientizar individual y colectivamente a conductores que circulan de manera imprudente, poniendo en riesgo sus vidas y bienes personales, como así también los de usuarios terceros. 

 

La iniciativa drástica, evidentemente, coloca la imagen de la intendenta en otra posición frente ciudadanía, tal vez más cerca de ser la jefa del Palacio 9 de Marzo, y no solo la de una referente social.