Fernando Duarte asumió como presidente de la Liga en un momento en que las aguas entre los clubes y la anterior conducción estaban caldeadas. Duarte, ex presidente de Talleres, asumió en una reñida elección y puso manos a la obra para enderezar el barco. Lo primero fue acomodar las relaciones con la Federación Cordobesa y conseguir que la Liga vuelva a ser parte, además de competir en el Campeonato Provincial. Lo segundo consistió en armar un fixture en el que todos los clubes pudieran visitar todas las canchas. 

 

Aunque hay un tema que, luego de más de 11 meses, aún no encuentra solución, pese a que la responsabilidad no recae en Duarte, sino en el contador de la Liga. En estos momentos, la institución se encuentra inhibida por la AFIP y, de no cambiar la situación, pasaría lo mismo con el IPJ. 

 

Ante esta situación, la Federación Cordobesa facilita el asesoramiento de su abogado quien recomienda dos pasos a seguir: Primero, realizar una denuncia penal, y segundo, solicitar a IPJ la intervención de nuestra liga.

Ante esto, Duarte llamó a los clubes y se decidió prescindir de los servicios del actual contador. Con esto realizado, el contador tiene el ultimátum de entregar toda la documentación antes del día viernes. De otra manera, los clubes han decidido comenzar con los posos antes mencionados. 

 

La Liga puede ser intervenida, pero los clubes podrían perder el beneficio de las adicionales ciudadanas solo si quedan desafiliados de la Federeación Cordobesa.

 

Hubo reunión entre Duarte y la Departamental Ischilín. En esta reunión, se trató el proceder de seguridad respecto de próximos partidos y se acordó que los clubes deberán contratar dos adicionales de seguridad privada y la Departamental les proveerá 4 de seguridad ciudadana. Gracias a la flexibilidad de la Departamental y a la gestión del Comisario Mayor, Gustavo Vergara, los clubes podrán realizar dos eventos (reserva y primera), sin tener otros gastos extra de seguridad.