El buen momento deportivo que está atravesando de la Liga Ischilín de Fútbol, contrasta con la delicada situación institucional que exhibe desde hacer varios años con una entidad que prácticamente se encuentra acéfala.

 

Teniendo en cuenta las últimas apariciones de su presidente Mario Rojo, que sólo figura en los papales vencidos y en la entrega de premios cada vez que finaliza un torneo, el organismo tiene sentado en el sillón presidencial a un presidente provisorio que hoy dirige las reuniones semanales. 

 

Si bien la decisión fue avala por mayoría por los delegados de los clubes, hay dirigentes que consideran que el procedimiento fue dudoso y consideran que un integrante del Concejo Directivo debería estar al frente. 

 

En medio de este presente caótico con instituciones que están en la misma situación con balances vencidos y desafiliadas, la mesa chica de la Liga, a la que no todos tiene acceso, prepara un arsenal de sanciones para aquellos que se han expresado en las redes sociales en contra de la organización del campeonato que está en movimiento.

 

Lo llamativo de esta acción con la que se busca disciplinar y callar a los revelados, es que el azote no sería equilibrado y sólo lo sufrirían las personas vinculadas a los clubes que no conforman la mesa.

 

OTRO TEMA VIDRIOSO 

 

Otro punto que deja tela para cortar, es el trámite de desafiliación de la Federación Cordobesa de Fútbol para integrar la Unión de Ligas del Centro. 

 

Este tema podría judicializarse en los próximos días, ya que hay dirigentes que manifestaron a este medio que la decisión no fue acompañada por todas la instituciones que conforman el Consejo Directivo, entendiendo que antes se debió convocar a una asamblea extraordinaria.