Pasó una nueva edición del superclásico del fútbol argentino, que dejó sensaciones contrapuestas, sobre todo en Boca. El Xeneize ganó y avanzó a las semifinales de la Copa de la Liga Profesional. Pero lo hizo por penales, frente a un River que se presentó con muchas bajas de jugadores importantes, a causa de un contagio masivo de Covid-19 en el plantel millonario.

 

 

Boca no jugó bien, pero sigue avanzando en este certamen. En tanto, River enfocará toda su atención en la Copa Libertadores de América, el gran objetivo del equipo que dirige Marcelo Gallardo.

 

Pero volviendo a lo ocurrido este domingo en La Bombonera, un análisis detallado en cuanto a lo mejor y lo peor que tuvo el Superclásico.

 

LO MEJOR DEL SUPERCLÁSICO

 

Su tarde inolvidable. Alan Leonardo Díaz, el arquero de River, tuvo un debut óptimo. Afrontó el compromiso con carácter, le sacó dos pelotas de gol a Tevez, un tiro desde afuera a Almendra y le atajó un penal a Cardona en la definición. Dio la talla y aprobó con las mejores calificaciones.

 

Alta tensión. El tercer superclásico en pandemia no tuvo mucho fútbol. Pero siempre transmitió la vibración de lo mucho que estaba en juego. La electrizante serie de tiros desde el punto penal cerró una noche a pura emoción.

 

LO PEOR DEL SUPERCLÁSICO

 

Ganó, pero no gustó. Boca quedó expuesto en todas sus limitaciones. Manejó mal la pelota, con muchas imprecisiones y exceso de juego largo. Nunca pudo superar a un rival armado de apuro y recién en los penales marcó la diferencia.

 

Por debajo de lo esperado. Algunos jugadores no estuvieron a la altura en River y dieron menos de lo que Marcelo Gallardo necesitaba. Casco no funcionó como volante por la izquierda, Ponzio demoró demasiado en acomodarse y erró un penal en la serie y Carrascal estuvo inexpresivo.