Tras el partido: la Argentina limitada, la que nadie quería ver
No fue de casualidad que la selección pasó del 1-0 inicial al 1-2 final de Arabia Saudita. La causalidad arrancó en la preparación por sus problemas físicos. El tema del “Pase al gol”.
Deportes
22/11/2022
No hay diario del lunes posible. Argentina llegó mal al partido inaugural con Arabia Saudita. Lo confirmó el propio DT Lionel Scaloni al concluir el partido previo al mundial ante Emiratos Árabes. Hubo jugadores “ya grandecitos” que creían estar plenos, algo que ese partido, los entrenamientos anteriores y posteriores a ese partido, revelaron. Y no eran solamente Joaquín Correa y Nicolás González.
Para la plenitud que exigía esta selección, no estaban al famoso “100 por ciento″. Ni los jugadores mencionados ni varios titulares. Ya no era posible jugar de memoria y el tiempo para un cambio de planificación ya era insuficiente. A días de jugar con Arabia Saudita, cuando se dio la baja de Giovani Lo Celso, se desnudó la realidad.
Argentina no iba a ser Argentina, al menos para jugar contra Arabia Saudita. El gol inicial, penal a Paredes de VAR y conversión de Messi, fue una ventaja que Argentina no supo aprovechar. Cayó en reiteradas posiciones adelantadas, vivió el nervio de que la tecnología estaba en contra al anularle tres goles.
Al mismo tiempo que veía cómo crecía su falta de profundidad, intentó el control de pelota, aunque con llamativa imprecisión. Arabia Saudita lo marcó bien, redobló esfuerzos, cerró líneas, se multiplicó hasta límites increíbles. Los suficientes para desactivar a Messi. Y sin ingenuidades. Se preparó para su chance, pero antes había que descubrir esos espacios que podrían torcer todo. Había fe, pero no iba a ser suficiente.
Abdulelah Almalki fue el que lo hizo; puso Al-Shehri mano a mano contra un “Cuti” Romero que no lo quiso anticipar y pagó; luego, Salem Al Dawsari fue amagando y amagando hasta que sacó un remate que venció a Emiliano Martínez.
“Perdimos el partido por errores nuestros, más que nada en el segundo tiempo. En el primer tiempo debimos marcar más de un gol, pero esto es un Mundial y ahora nos quedan dos finales”, reconoció Lautaro Martínez.
Messi, en sintonía, afirmó: “Sabíamos que Arabia es un equipo con buenos jugadores, que mueve bien la pelota y que adelanta mucho la línea. Lo trabajamos, pero nos aceleramos un poco”.
Finalmente, Scaloni admitió: “Sabíamos cómo jugaba Arabia. Preparamos el partido sabiendo que ellos salían con una defensa adelantada. Los offside fueron milimétricos”.
Ahora, parece que todos sabían... Pero no se notó, al menos en el imponente Lusail. Argentina no pudo marcar a un equipo obediente, al que le alcanzó con estar atento y redoblar esfuerzos. Está claro que desde el juego, fue la derrota más grave. Argentina tuvo la pelota el 70 por ciento del juego y poco pudo hacer más allá de la gestión de Di María. Nadie quería ver a esta Argentina. Es momento de planificar desde la urgencia por ganar. Lo más difícil.
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