Así fue el último baile de Cristian "el Loco" Amato
Una enorme cortina negra de dos piezas todavía cubría el imponente escenario montado en Forja cuando Cristian Amato entró en acción. Así, de sorpresa y con un "bienvenidos, hermanos", saludó a las 24 mil personas que, desde hace semanas, habían agotado las entradas para su última presentación.
Fue el prólogo de una larga noche (de más de tres horas de show) en la que "el Loco" repasó gran parte de los hits que puso en vidriera junto a La Fiesta. El viernes a la noche, en el primero de estos dos bailes, ya había repasado su historia con Tru-la-lá y esta vez era el turno de rememorar aquellos temas de la época reciente.
Gitana, Compárame, Vamos a darnos un tiempo y Él la engañó fueron parte de la primera entrega. Fiel a su estilo, Amato comenzó bien arriba, animando a que, de a ratos, el público se hiciera cargo de las canciones.
El show no dio respiros. Una maratónica primera selección entregó además, en forma consecutiva: Vuela, Sabe Dios, Paloma Mensajera, Cobarde y Te enseñaré a bailar. El impacto de ese primer tramo fue profundo. Mientras algunos recurrían a las típicas señas de los barrios para que su nombre salga por los parlantes, muchos otros, de a uno, comenzaban a emocionarse al "caer" en que estaban presenciando el baile del retiro.
Aquellas emociones también llegaron al escenario en distintos momentos. Antes del primer descanso, Amato se tomó unos segundos para hablar en soledad. Agradeció a la agrupación Tru-la-la, a sus padres, a sus hermanos, a sus sobrinos, hijos y esposa. La respuesta fue un aplauso cerrado multitudinario. Tuvo que hacer un esfuerzo por no quebrarse y con un "¡no pongámos pálidas!" siguió cantando y cerró la selección.
A pesar de que la lista previa (que al final tuvo una variación) contenía 61 canciones, "el Loco" hizo algo que no es habitual en los bailes: se tomó un tiempo extra para, uno a uno, presentar a quienes conforman la banda. Cada uno tocaba su instrumento mientras él acompañaba con un pedacito de alguna letra. Así, el recinto se vino abajo cuando interpretó En aquel rincón. En esa misma presentación, hubo un largo y sentido abrazo con su hermano Sebastián, integrante de la banda a cargo de la tambora.
La explosión del segundo segmento encontró su equilibrio en la tercera parte. Entonces llegaron las cumbias Quiero dormir cansando, No sé, Así es la vida, Amor en la nada y Nuestro amor se escapa. Todo estaba listo. El tramo final incluyó Ángel, en complicidad con los bailarines, a quienes hizo encender los leds de sus celulares, Al desierto y el 22, un tema autorreferencial devenido, tal vez, en su último gran éxito.
Las palmas arriba, sobre la cabeza, saludando a sus seguidores, componen su última imagen sobre las tablas; detrás, Amato estalló en llanto. Había once escalones que lo separaban del suelo: se tomó entre cinco y diez segundos para bajar cada uno de ellos. Las lágrimas le empapaban el rostro a él y a los suyos (asistentes, amigos y familiares). Su deseo se hizo realidad: Cristian retomará su vida terrenal- Tras 19 años de carrera, puede tener la certeza de que, en el mundo del cuarteto, dejó su huella. Se llama "el Loco".
Las razones del adiós y el futuro
"Quiero ser un gran padre". Bajo esa sentencia, Amato define qué fue lo que lo motivó a dejar de lado su carrera como cantante y enfocarse en rearmar su vida. En medio del show de anoche, en diálogo con los periodistas, el cantante reconoció que no le quedaron objetivos por cumplir en la música, aunque deslizó que no podría confirmar que se trate de una despedida definitiva.
"Soy la mamá de La Fiesta. Más allá de que hoy por hoy no soy ni el responsable económico ni administrativo del grupo, soy el que lo parió, así que imaginate lo que significa para mí. No es que tenga la camiseta puesta, la tengo tatuada", indicó, antes de señalar que la idea es transformarse en una especie de asesor de la banda.
Luego, sobre un posible regreso, apuntó: "Nunca digo 'nunca'. Dios dirá. Quizás el día de mañana mi hijo Ali me diga que me quiere arriba de un escenario o 'la Tizi', que tiene 14 años, que quiere que sus amigas vean a su viejo", vaticinó.
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