Babasónicos y un lleno total en Córdoba: la alegría llegó

La banda volvió a la ciudad para presentar su nuevo álbum, “Trinchera”. La Plaza de la Música estuvo repleta de jóvenes con ganas de recuperar el tiempo perdido.

Espectaculos 17/06/2022

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Babasónicos volvió a Córdoba luego de varios meses (su último concierto fue en diciembre) y aprovechó para presentar su flamante nuevo disco, Trinchera, material inspirado en la pandemia, un tiempo que, a pesar de ellos, sus fans desean olvidar.
 
Las casi dos horas de grandes éxitos que la banda desplegó con un brillo medido fueron sumamente suficientes para un público que, deseoso de salir y encontrarse, no reparó demasiado en la propuesta del show, que por otra parte evitó conceptualizar sobre el disco.
 
Los músicos subieron al escenario y tocaron de manera ajustada (con un fondo de varias pantallas y distintas imágenes) una ristra de canciones populares y exitosas. Entre medio, se colaron algunos temas de Trinchera, como para no pasar por alto lo especial de la ocasión.
 
 
“LO IMPORTANTE ES OLVIDAR”
 
El show estaba previsto para las 21, pero a esa hora todavía había varias cuadras de cola para ingresar. En ese momento, las conjeturas eran dos: o el público llegó muy tarde o había muchísima gente. Después se supo que no eran excluyentes.
 
Para cuando comenzó a sonar Bye, Bye y su “Si este mundo sigue en pie, pégate a mí” la Plaza de la Música explotaba de gente dispuesta para bailar y el cierre del tema le dio un aire bolichero al espacio.
 
Cuando parecía que el show no podía ir más alto que ese furor inicial, los celulares se encendieron al escuchar los primeros acordes de Los calientes, un clásico que a esta altura no necesita descripción.
 
Las pantallas de los smarphones reflejaron el rosa de las luces cuando arrancó Putita (¿”El camino a la fama no significa nada si no hay una razón?).
 
Al terminar el tema, un distante Adrián Dárgelos agradeció a Córdoba diciendo que le gustaba mucho estar acá para presentar el nuevo disco. Entonces sonó Flora y Fauno, del álbum A propósito.
 
Luego de otro instante con onda disco, y de que pasara el tema Ingrediente, la banda volvió sobre Trinchera y tocó Mimos son Mimos, y hubo buena respuesta del público a una canción que perfila para la lista de grandes éxitos del grupo.
 
Instantes después, cuando sonó La pregunta quedó claro que esa noche Babasónicos podía darles a las más de cinco mil personas que poblaban la sala el antídoto que estaban buscando: música para moverse y olvidar.
 
Vinieron luego temas infalibles como Delectrico, Pendejo, Cretino, Desfachatados. Casi todas tuvieron cierto aire de estar interpretadas en piloto automático. No así Su ciervo, que propuso una reversión cuya eficacia ya había sido probada en shows anteriores.
 
No faltaron otros clásicos de la talla de Irresponsables o Sin mi diablo. El estribillo de Sonrisa, por su parte, cobró sentido cuando la Plaza de la Música completa se animó a gritar: “La alegría llegó/ la alegría llegó/ y sé que no dura para siempre”. Y lo sabemos.
 
Sobre el cierre, algo que siempre funciona: la seguidilla de Carismático y Yegua. Finalmente, Trinchera volvió a materializarse a través de La izquierda de noche. La banda se despidió con esa canción y salió de escena unos cinco minutos que bastaron para que algunos pocos se fueran pensando que el show había terminado.
 
Volvieron para el bis con Suficiente, Humo y cerraron con El colmo y su gran frase “Quiero ser el murmullo de alguna ciudad que no sepa quién soy”. Algo realmente imposible en Córdoba.

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