"Familia cantora", un filme sobre la familia y el amor por la música

 

Fueron 15 los años que Costantino dedicó a esta investigación, aunque por la relación que el realizador cosechó con estos músicos de Deán Funes, en el norte cordobés, más que una pesquisa se trató de "viajes increíbles que son como un spa para el alma".

 

Para el filme, el director siguió al pie de la letra el guión que había escrito, "gracias al conocimiento que tenía de la familia", pero se encontró con una gran cantidad de material a la hora de editar, debido a que cada viaje lo hizo con una cámara.

 

 

Familia cantora

 

 

 Debido a la cantidad de imágenes, decidió focalizar el montaje en las que capturó en su última incursión a la casa de Miguel Ángel "Gringo" Pacheco, para pasar Navidad y Año Nuevo, junto a un equipo de dos personas, especialmente seleccionada entre la gente que suele trabajar con su productora Buen día, día films.

 

"Dean Funes es cuna de artistas y por lo de los Pacheco pasaron una cantidad de músicos impresionante. Ellos influyeron en muchos y son como una escuela de música en el norte de Córdoba", dijo Costantino en un reportaje con Télam.

 

"Yo a los Pacheco los conocí por mi trabajo en 'Sorpresa y Media' por una chacarera de Ica Novo, que habla sobre ellos. Yendo a cumplir uno de los sueños para el programa, estuve en Deán Funes y a partir de ahí no paré de ir. Con ellos pasé alegrías y tristezas. Hoy me siento parte de la familia", sostuvo el realizador.

 

Para Costantino, su película es un reconocimiento "a un familia de músicos que es muy conocida dentro del palo del folclore", y, en ese sentido, comentó que el último disco del Gringo Pacheco fue presentado en el Teatro San Martín de Córdoba, con la presencia del gobernador Juan Schiaretti.

 

"Además, la Peña de los Pacheco es una parada turística, de gastronomía y musical, para los que pasan por Deán Funes. Son una familia espectacular, en cualquier momento que uno pasa por allá, hay alguien tocando la guitarra, cantando o dando clases de batería", agregó el director.

 

Costantino aseguró que hoy "son entre 60 y 70" los integrantes de la familia, que atraviesa a tres generaciones y que fue iniciada por Don Pedro Vergara, un bandoneonista de la ciudad, cuyas hijas se casaron con los Pacheco, de ahí que el apellido de los hombres se difundiera más que el de Vergara.

 

"Cada vez que voy, me dan el cuarto que era de Don Pedro en una casa que queda frente a la del Gringo. Los dos chicos que fueron a trabajar conmigo, hoy siguen yendo, ya sin mí. Es un lugar muy especial", aclara el realizador del documental de Miguel Abuelo, "Buen Día, Día" y de Federico Moura, "Imágenes paganas".

 

A diferencia de sus dos primeros largometrajes sobre música y "Proyecto Mariposa", de este año, en este trabajo, Costantino dejó de lado las entrevistas y el exhaustivo material de archivo, para centrarse en mostrar cómo es esta familia, sin intervenciones a la actividad diaria que realizan.

 

Así, la cámara logra captar los momentos de alegría, en los que bailan y cantan, con otros de tristeza, al recordar a una integrante fallecida de cáncer en un 2012 fatídico, en el que también murieron otros tres miembros, producto de una explosión de gas en su vivienda.

 

"Ellos están acostumbrados a las entrevistas, pero yo quería mostrarlos tal cual son, sin maquilla ni posturas para la cámara. Y conmigo sabía que no iban a tener inconvenientes, estaban acostumbrados a mi presencia y a que los filmara", indicó el director.

 

Los primeros días del rodaje final, Costantino los dedicó a que sus colaboradores entraran en confianza con la familia; una vez logrado eso, sin decir nada empezó a ubicar las tres cámaras y las luces que llevaron, casi sin que se dieran cuenta los Pacheco.

 

Lo único que está hecho para la película, aunque forma parte de la vida cotidiana, son los movimientos del Gringo Pacheco durante el día: levantarse, ir a comprar el cabrito, pasar por la verdulería, tocar la guitarra en el jardín de una iglesia y charlar con un amigo en una gomería de ruta.

 

Si bien "todos los miembros de la familia son especiales", el guión se focalizó en el Gringo, "una persona humilde, muy buena, trabajadora y con un gran caudal de voz".

 

"A él le habían ofrecido formar un grupo muy importante en los '70, pero decidió quedarse en la casa acriar a su familia. Canta cosas muy profundas e interesantes. Creo que se merecía un reconocimiento", sostuvo Costantino.

 

"Los Pacheco son el ejemplo de una familia bien constituida. Son gente sana, ninguno habla mal del otro, no hay celos. Y yo, por suerte, puedo formar parte de eso", dijo el director.

 

Con la excepción de "Proyecto Mariposa", las producciones de Costantino siempre giraron entorno a la música, y los dos proyectos que tiene en manos no serán la excepción: hoy está rodando "Lado V", una película sobre la complicada vida de varios músicos por fuera de la música; además, está investigando sobre la mítica tanguería de París, Trottoirs de Buenos Aires, para hacer un filme sobre el tango, "una deuda pendiente".