Más violento que nunca: así fue el primer capítulo de la tercera temporada de El Marginal
Arrancó la nueva temporada de la serie sobre la vida carcelaria en el penal San Onofre.
Espectaculos
10/07/2019
Todo comenzó con "Diosito" en libertad. Pero de repente la historia se trasladó a un año antes, cuando él y su hermano fueron encomendados por el director del penal para cuidar a Cristian, el hijo de un importante empresario que –en palabras del juez interviniente– “se mandó una cagada”.
Este primer capítulo de la tercera temporada de El Marginal viene básicamente a revolver los fantasmas de las anteriores y a presentar personajes nuevos como el de Cristian Pardo (Lorenzo Ferro), Estela Morales (Ana María Picchio) y Alejandro Awada (Oliverio Bruni), entre otros.
Un paseo por San Onofre: imágenes del primer capítulo de la tercera temporada de El Marginal
El primero será el niño mimado del penal y a cambio de su supervivencia en este territorio hostil los hermanos Borges pueden conseguir la libertad.
“Yo me voy a ocupar de tu pibe. Va a estar como en un colegio de monjas”, le dice Mario al juez y al propio padre del chico. A cambio les exige su excarcelación y la de "Diosito".
En paralelo, a San Onofre siguen ingresando los “ingredientes” para la cocina de droga que funciona ahí adentro, mientras afuera se perfecciona y se agranda el negocio de la venta en otros penales de la mano de un narco colombiano.
Como siempre, en “la villa” del patio se siguen poniendo en juego las frágiles vidas a fuerza de rivalidades. Hay peleas, apuestas y sometimiento con mucha violencia de por medio.
Complicaciones
Por su parte, la directora general del servicio penitenciario nacional, Estela Morales, viene a complicarle el negocio a Sergio Antín (el personaje de Gerardo Romano). Esta mujer llega para pedir mano dura y hacer que esos “negros” paguen “muy duro” por lo que hicieron.
Sobre el cierre de este primer capítulo el enredo quedó servido ya que Cristian (el novato al que ahora llaman “Moco”) se sale de la protección de los Borges y termina formando parte de una fiesta de droga y sexo en la villa del patio.
Cuando Mario se da cuenta ya todo se le fue de las manos. Habrá que ver cómo los hermanos logran retener a “Moco” dentro de su pandilla para obtener por fin la libertad que tanto anhelan.
Comentá esta nota