El Gobierno movilizó su militancia para recuperar la calle y mostrar fortaleza de cara a las elecciones.
Miles de personas fueron a Plaza de Mayo y otros puntos del país. Fue un intento de mostrar unidad en el Frente de Todos. Bonafini criticó al Presidente, quien se quedó en Olivos.
Política y Sociedad
18/10/2021
Miles de personas se concentraron este domingo en la Plaza de Mayo y los alrededores para conmemorar el Día de la Lealtad peronista y dar su apoyo al Gobierno de Alberto Fernández, con presencia de ministros, La Cámpora y dirigentes del peronismo tradicional que conducen intendencias en el populoso y electoralmente clave Gran Buenos Aires.
La movilización, que se replicó en menor escala en otras ciudades, había sido convocada por Fernández, como titular del Partido Justicialista (PJ) nacional. Por ello, en la plaza se especuló hasta la caída del sol con que podía aparecer para expresar un discurso, pero el mandatario se quedó en la residencia de Olivos.
Gabriela Cerruti, flamante portavoz del Gobierno, le dijo a este medio que en ningún momento el jefe de Estado evaluó asistir. “De todas maneras, el Presidente celebra que la gente se haya movilizado en paz y que el peronismo vuelva a recuperar su presencia en las calles”, respondió.
Sí estuvieron algunos funcionarios como Gabriel Katopodis, Jorge Ferraresi, Santiago Cafiero, Daniel Filmus y Cecilia Todesca Bocco. También el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y su jefe de Gabinete, Martín Insaurralde. Y entre la multitud, cada uno por su lado, aparecieron Victoria Tolosa Paz, quien es la cabeza de lista de candidatos a diputados del Frente de Todos en Buenos Aires, y Leandro Santoro, quien ocupa el mismo lugar pero en territorio porteño.
Ferraresi fue frontal a la hora de explicar qué motivó la manifestación: “Teníamos la obligación de poner el movimiento en la calle”, afirmó. El “aparato político” fue visible. Decenas de colectivos que habían partido desde distintos rincones del Gran Buenos Aires estacionaron en las cercanías del microcentro porteño. Y hubo banderas y remeras de municipios e intendentes.
La manifestación se dio en un momento difícil para el oficialismo por la derrota electoral en las primarias y el recrudecimiento de la inflación que afecta principalmente a los productos de la canasta básica, castigando así con mayor dureza a los sectores más humildes.
Hacia el interior del Gobierno, la convocatoria había generado contradicciones. Juan Manzur, jefe de Gabinete y de campaña del oficialismo, había confirmado que no se hacía. Apenas puso un pie en el avión que lo llevó a los Estados Unidos, Fernández hizo el llamado, que fue apoyado abiertamente por la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Manzur y el estratega comunicacional en la campaña, el catalán Antoni Gutiérrez Rubí, habían pedido no movilizar porque para el domingo había una convocatoria de Hebe de Bonafini, titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, y del ex vicepresidente y condenado por corrupción Amado Boudou para que no se le pague al FMI.
“¡Hay que escuchar los discursos de Néstor, Perón, Evita y Cristina!”, disparó este domingo Bonafini –micrófono en mano- en un sector de la plaza. “En 2019 se ganó con una coalición, una junta. Y algunos, claro, no nos gustan. Yo, hace mucho tiempo, empecé a ver que esto no iba bien, que no nos escuchaban”, dijo. Y agregó: “Le quiero decir al Presidente que hoy empezamos una lucha para no pagar la deuda que nos dejó (Mauricio) Macri. Nos da mucha tristeza lo que pasa, porque usted siempre se junta con los ricos, con los grandes empresarios, con los gordos de la CGT. Y a nosotros ni nos escucha ni nos mira. Los que estamos acá somos parte del pueblo que lo votó y lo va a seguir votando si se comporta como debe”.
Con la consigna “No al pago de la deuda”, Bonafini estuvo acompañada por H.I.J.O.S de desaparecidos, el Movimiento Octubres, la Corriente Martín Fierro, el PJ porteño, Miles, la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Capital, la Tupac Amaru, la CTD Aníbal Verón y el Frente Social Peronista.
Los miembros del Gabinete evitaron cruzarse con Bonafini. Y optaron por hablar del futuro y criticar a Macri, a quien identifican como líder de Juntos por el Cambio, el principal espacio opositor y mayor contrincante en las urnas en todo el país para el 14 de noviembre y con vistas a 2023. En la militancia hasta hubo insultos para el expresidente.
Katopodis expresó que la pandemia “metió en sus casas” a la militancia y eliminó “lo más importante que tiene el peronismo, que es el abrazo, el mano a mano, la calle”. Y de cara a las elecciones, se mostró confiado porque, dijo, el Presidente salió a escuchar de primera mano lo que estaba pasando en la Argentina.
“Lo más fuerte de nosotros es la movilización, la gente en la calle, y tuvimos casi un año y medio de pandemia. Hoy es una primera muestra de esa potencia que tiene nuestro movimiento. Esto nos da fuerza para seguir gobernando”, agregó Ferraresi.
También se vieron en la Plaza banderas de La Cámpora, la agrupación política que conduce el diputado Máximo Kirchner. En este caso, llegaron liderados por el ministro bonaerense Andrés “Cuervo” Larroque, quien también había desafiado a Manzur en la semana avisando que su sector iba a marchar si o sí.
“Imposible apagar tanto fuego-Néstor Vive”, rezaba la bandera más grande, colgada en las rejas de la Casa Rosada, que estuvo vacía de funcionarios todo el día. También había simbología de fervor por la vicepresidenta. Eduardo Valdés, diputado nacional y amigo del Presidente, llegó con un grupo de personas y una bandera que decía: “FrenteTodismo al palo”, con las caras de Cristina y Alberto.
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