Mabel Godoy, candidata de "Hacemos Unidos por Córdoba", denunció esta semana a su principal contrincante en las elecciones municipales del 25 de junio, Ariel Rivero, de "Juntos por el Cambio", por presunto clientelismo político. 

 

La actual intendenta y su equipo de asesores consideraron el caso como grave y lo pusieron a disposición de la Justicia. Según las declaraciones de Mabel Godoy en las puertas de la Fiscalía de Deán Funes, Rivero ofrecía, en una grabación, 5.000 pesos a cambio de votos. 

 

A pesar de la existencia o no de una maniobra indebida, el equipo de Godoy aguardaba la repercusión del caso en la sociedad y en el ambiente político. La prueba de fuego fue una reunión que se llevó a cabo el martes. 

 

"Fue la mejor reunión de todas. Hasta quedó gente afuera. Mabel recibió el apoyo de los vecinos por el caso y se fue muy conforme", deslizó un integrante del equipo de Godoy que se preocupa por estas cuestiones. 

 

Asimismo, también remarcó que el tema está terminado para Godoy. "Fue una acción del momento y se actuó en consecuencia. Nada más. La intendenta tiene muchas cosas en la cabeza como para darle prioridad a ese tema. Ahora que resuelva la Justicia".

 

EN JUNTOS POR EL CAMBIO 

 

En Juntos por el Cambio Ischilín, el suceso cayó como una bomba. Rivero habría recibido un llamado enfurecido de un dirigente de la UCR Ischilín en el mismo momento que la intendenta daba a conocer el audio en una FM local.

 

"Lo llamó un dirigente cercano a Soledad Carrizo muy enojado. Le dijo que en medio de este escándalo no lo espere el día de las elecciones", soltó un radical deanfunense que tiene buena llegada al sector de Carrizo. 

 

Aunque la Justicia aún no se ha pronunciado sobre el tema, en Juntos por el Cambio Ischilín sostienen que el territorio se ha convertido en un terreno viscoso para hacer campaña en la recta final. 

 

Ahora, solo resta saber si la denuncia socavó la confianza que había depositado en Rivero el votante opositor.