Quizás a estas palabras lleguen a leerlas solamente los hinchas de River Plate deanfunenses y del norte de Córdoba, territorio donde Flavio “Yayo” Micolini era conocido como uno de los últimos fanáticos de la “banda roja”. 

 

Pero sería emotivo que alguien, a través de las redes sociales o de un contacto, haga saber a la dirigencia del club “Millonario” que en la ciudad de Deán Funes habitó un hombre que tenía la camiseta de River adherida en la piel.

 

Que les hagan saber que de un día para otro transformó su bar en una sede la tribuna del estadio Monumental, a la que sólo ingresaban hinchas que tenían su misma pasión. 

 

Que se enteren que las paredes del local comercial, ubicado en la calle 25 y Belgrano, se decoraban todos los domingos con banderas y trapos de la Filial Deán Funes de cual era miembro vitalicio. 

 

Que sepan que desde el sábado por la noche comenzaba a preparar la escenografía perfecta con pantallas gigantes y una cordial atención para que sus clientes y amigos, disfruten de 90 minutos de alegría y vehemencia. 

 

Que se enteren de la bronca de los barrenderos municipales los lunes por la mañana, cuando tenían que amontonar los miles de papelitos que volaban por los ventanales que daban hacia la calle 25 de Mayo cada vez que los Millonarios pisaban el campo de juego. 

 

“Él se paraba en la puerta del bar no dejaba entrar a los hinchas de Boca para evitar problemas, hasta en eso nos cuidaba”, expresó un cliente y simpatizante del club de sus amores que lo recordó con cariño.

 

Este miércoles 16 de septiembre y a los 42 años, murió de una maldita enfermedad terminal el querido “Yayo”. La gente que lo conoció personalmente, inundó las redes sociales destacando su bondad, su gran corazón y la capacidad de hacerse amigos en una sola juntada. 

 

Desde hoy, el 16 de septiembre no pasará desapercibido para los hinchas riverplatenses y seguramente será rememorado como un día especial; el día en el que se fue uno de los últimos grandes fanáticos de River Plate.