Faena Clandestina: el procedimiento en Villa del Totoral destapó un mercado negro y peligroso en el norte de Córdoba

Tiene como víctimas a productores rurales y consumidores finales. Se cree que hay complicidad de autoridades de aplicación y juzgamiento de este tipo de maniobras.

Policiales 11/07/2019

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El robo de ganado y la faena clandestina en el norte de Córdoba parecen estar descontrolados y es una preocupación que policía viene investigando y desarticulando desde la creación de la Patrulla Rural, un subdivisión especializada en este tipo de delitos.
 
En muchos de los casos esta maniobra ilegal e irresponsable que no posee control sanitario, termina en los mostradores de carnicería o supermercados convirtiéndose en consumo humano. 
 
El último antecedente que se registró en la zona rural del Departamento Totoral donde se allanaron dos domicilios y secuestraron 13 cabezas de ganados faenados, armas de fuego de grueso calibre y medios de movilidad, dejó al descubierto un mercado negro que tiene como víctimas a propietarios de los establecimientos rurales. 
 
En este sentido, fuentes policiales indicaron a Mira El Norte que también la venta de animales sin documentación para el faenamiento clandestino, es otra práctica común que se ve normalmente en pequeñas localidades donde la convivencia entre autoridades aplicación y el juzgamiento de este tipo de faltas, hacen la vista gorda con el fin de beneficiarse con la materia prima.  
 
“Hay dueños de feedlot que venden animales sin documentación a carniceros, la policía investiga e intercepta el cargamento con los animales vivos, entrega el procedimiento en la Comisaría y el Juez de Paz, que es la autoridad de juzgar esa falta, le entrega de nuevo los animales a una de las partes en calidad de depositario judicial y éste lo carnea lo mismo y lo termina vendiendo al público con el riesgo que eso implica”, expresó esta fuente. 
 
LAS CARNICERÍAS Y LOS CLIENTES
 
La investigación también se extiende hasta las carnicerías y supermercados, considerados por las autoridades policiales como el último eslabón de esta problemática y uno de los más importantes, ya que son el contacto definitivo con el consumidor final. 
 
Como era de esperarse los comerciantes sospechados negaron su intervención pero en un 90% de los casos, no pudieron justificar la procedencia del producto. 
 

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