La Liga Ischilín se encuentra sumida en una profunda crisis arbitral que ha generado un fuerte malestar entre los clubes, quienes aseguran que la calidad de los colegiados está "dejando mucho que desear" y analizan medidas drásticas, incluyendo la posibilidad de abandonar la competencia.

 

La última fecha intensificó una "extensa seguidilla de quejas" contra las entidades que imparten justicia, CAF y ACAF. Varios clubes ya han manifestado su queja formalmente al presidente de la Liga, Fernando Duarte, pidiendo sanciones e incluso la exclusión de árbitros puntuales.

 

Uno de los incidentes más destacados ocurrió en el partido de Primera División entre UDN de Deán Funes y El Bañado. Desde este último club, expresaron su frustración: "Lamentable los árbitros en 1era división".

 

Dirigentes de El Bañado señalaron que el árbitro mostró una actitud "soberbia" y que era imposible dialogar con él. El malestar se agravó al trascender que el colegiado de ese encuentro sería, aparentemente, hermano del presidente de la asociación CAF.

 

Además, se reportaron problemas con la documentación oficial: hubo encontronazos con el árbitro, quien no permitió que se tomaran fotos a la planilla que había confeccionado. Los clubes, que invierten mucha plata, sienten mucha impotencia ante estas situaciones, calificando a la asociación arbitral de "terror”.

 

La gravedad de la situación quedó expuesta en el encuentro entre La Franciscana y Juventud Unida de Capilla de Sitón en San Francisco del Chañar. Ambos clubes coincidieron en que el árbitro fue "muy permisivo" y que "el partido se le fue de las manos".

 

El resultado fue una escalada de violencia: el partido terminó con tres expulsados en medio de una serie de golpes. El caso más grave fue el del número 9 de La Franciscana, quien terminó con una fractura de tabique luego de un golpe de un rival y deberá ser intervenido quirúrgicamente. La policía tuvo que intervenir para calmar los ánimos.

 

El Bañado ya confirmó que presentará un descargo formal contra el árbitro en la próxima reunión de la Liga y solicitará que no vuelva a dirigirlos.

 

El club analiza seriamente no jugar la Copa Plata por los altos "gastos" que no se justifican con la calidad del servicio arbitral. Aún más grave, si la calidad de los arbitrajes no mejora, El Bañado analiza no participar de la Liga el próximo año. Además, La Franciscana y Juventud Unida harán lo mismo. Clubes como Unión de San José de Las Salinas hicieron lo propio en su momento.