La selección argentina atraviesa una etapa curiosa porque tiene a su goleador histórico como líder y capitán, pero todavía no encuentra un centro delantero indiscutido. Lionel Messi es el diez, y siempre está, ahora lo que falta es un nueve.

 

La tradición nacional guarda en la memoria grandes referentes del puesto. Gabriel Omar Batistuta es uno de los más emblemáticos: potente, punta de lanza, goleador nato, de esos que tocaban una y la mandaban a guardar. Batistuta construyó su romance con los hinchas a fuerza de goles.

 

 

Casi en simultáneo, Hernán Crespo jugó todo lo que pudo con la camiseta de Argentina aprovechando cada lugarcito que le dejaba Batistuta. Para muchos, era más completo y para otros, como Bielsa, no podían jugar juntos. Aún a la sombra de Bati, Crespo llegó a ser el máximo anotar de la selección en Eliminatorias… hasta que apareció Messi.

 

 

Después del vacío que dejaron Batistuta y Crespo aparecieron Gonzalo Higuaín y Sergio Agüero. El Pipita ya está afuera de la Selección, dejó en los registros 32 goles en 49 partidos y el gol eterno contra Bélgica para llegar a semifinales de un Mundial después de 24 años. Le faltó un título para coronar, pero el paso del tiempo lo pondrá en el lugar que se ganó.

 

 

El Kun Agüero es el tercer goleador histórico de la Selección detrás de Messi y Batistuta, su carrera está doblando la última curva y busca un grito consagratorio. El gran problema con los goles que hizo Agüero para Argentina es que ninguno quedó grabado a fuego en la memoria, pero todavía está a tiempo de conseguirlo.

 

En blanco y negro, Argentina también tuvo sus goleadores hechos bandera. Mario Alberto Kempes quedó en el bronce después de meter 6 goles en el Mundial 78, dos de ellos en la final. Porque de eso se trata: de la calidad emocional de los gritos, y no tanto de la cantidad.

 

A propósito, la relación más alta entre calidad y cantidad de goles en la historia de la Selección tiene un dueño indiscutido: Claudio Paul Caniggia. El Pájaro nunca fue un goleador típico, pero se puso ese traje durante la segunda etapa del ciclo de Bilardo y aunque apenas hizo 16 goles para Argentina, lo valioso es que 12 fueron en torneos oficiales, 4 en Mundiales y 2 inolvidables: a Italia y Brasil.

 

 

Atrás, muy atrás, en el tiempo quedó en las amarillentas páginas de la historia el nombre de Guillermo Stábile, goleador del primer Mundial en 1930. Lo curioso de Stábile es que los únicos 8 goles que hizo en la Selección fueron los del subcampeonato en Uruguay.

 

Durante los últimos 10 años la lista de atacantes con más partidos en la Selección tiene a Messi y Agüero en el tope, pero incluye nombres para todos los gustos. Desde históricos como Carlos Tévez hasta apuestas fallidas como Lucas Pratto y Lisandro López, pasando por convocatorias olvidadas como las de Lucas Viatri y Emmanuel Gigliotti.

 

Desde que Lionel Scaloni es el técnico de Argentina quedó claro que su nueve es Lautaro Martínez. El ex jugador de Racing estuvo en la mira de Sampaoli durante todo el proceso previo al Mundial de Rusia, pero terminó quedando afuera de los convocados. La revancha para el Toro llegaría a fines del 2018 y durante la Copa América del 2019.

 

 

Lautaro no sintió el peso de la camiseta celeste y blanca: en sus primeros 10 partidos metió 6 goles, pero la influencia se diluyó junto con la eliminación en semifinales contra Brasil hace dos años. Desde entonces, el delantero del Inter quedó en el centro de las discusiones, y la polémica se reavivó en la actual Copa América.

 

Martínez metió 2 goles en los últimos 12 partidos y atraviesa una racha de 4 sin convertir que lo poner en evidencia por la falta de gol que sufre el equipo. Entre Eliminatorias y Copa América, la Selección convirtió apenas 6 tantos en 5 encuentros, pero lo más llamativo es que solo un par fueron de jugadas y los demás llegaron a través de pelotas paradas.

 

Como venía ocurriendo, el técnico mantuvo a Lautaro Martínez de nueve titular en los dos primeros juegos de la Copa, pero en el segundo lo sacó ni bien empezó el complemento y al tercero lo mandó al banco sin darle minutos. Un detalle, para nada menor, es que Lautaro está jugando sin otro compañero de referencia en el área tal como hace con Lukaku en el Inter o estaba acostumbrado antes con Milito primero y Lisandro después en Racing.

 

Contra Paraguay, Scaloni sacó a Martínez y puso a Sergio Agüero, que volvió a jugar de titular en Argentina después de dos años. El cambio no terminó de ser lo que se esperaba. El Kun participó poco del juego y solo tuvo una chance, de media vuelta ni bien empezó el partido.

 

En el mar de opiniones sobre quién debe ser el nueve de la Selección, apareció el representante de Nicolás González proponiéndolo para ese puesto. El delantero que acaba de firmar con la Fiorentina es uno de los inamovibles, pero el técnico lo usa de extremo izquierdo aunque por sus características podría adaptarse a jugar como punta por el medio.

 

 

De los que no están, Lucas Alario aparece como la alternativa más potable a futuro. El ex goleador de River forma parte de los habituales convocados, incluso jugó 6 partidos en el ciclo Scaloni, pero por cuestiones físicas se quedó afuera de la lista definitiva.

 

Mauro Icardi parece haber quedado al margen después de tener su oportunidad, jugó 4 amistosos y metió 1 gol, pero también metió la pata con desafortunadas declaraciones cuando dijo que antes “no había tanto compañerismo” en la Selección, apuntando claramente a los históricos que ya no estaban.

 

En el horizonte asoma la figura de Adolfo Gaich, un típico nueve de área, como potencial delantero de Selección. De hecho, el pibe de Bengolea viene construyendo su carrera, en buena medida, gracias a sus goles en las juveniles, ya debutó en la mayor y tiene los Juegos Olímpicos como próximo objetivo.

 

Como pocas veces pasó durante los últimos años, el debate está abierto y por ahora no aparece un claro ganador: ¿quién tendría que ser el nueve de Argentina?