La policía de Deán Funes activó el protocolo de salud mental en la madrugada de este martes, tras la intervención en un conflicto familiar en el que un joven se encontraba alterado y violento en su domicilio.

 

El personal del destacamento, con colaboración del Comando de Acción Preventiva (CAP), fue alertado por una mujer, quien manifestó que su hijo, un joven mayor de edad, se encontraba atrincherado en su habitación, arrojando objetos y con una actitud agresiva.

 

Tras intentar una contención verbal sin éxito, los efectivos se vieron obligados a utilizar un arma no letal, efectuando un disparo de forma indirecta, lo que les permitió reducir al joven. Posteriormente, fue trasladado por un servicio de emergencias médicas para recibir atención.

 

El procedimiento se llevó a cabo bajo el "Protocolo Anexo I del Acuerdo Reglamentario 1605: Guía de Recomendaciones Prácticas para la intervención de las Fuerzas Policiales ante situaciones de riesgo cierto e inminente en salud mental".