Lo que debía ser una cena entre amigos terminó en una experiencia peligrosa e indignante para un grupo de clientes en Jesús María.

 

El martes, un hombre adquirió cinco pizzas en una pizzería ubicada en la calle Tucumán. Sin embargo, al comenzar a comer, se encontró con una sorpresa impactante y riesgosa: un clavo de acero negro, grande y filoso dentro de su porción, lo que le provocó una lesión en la boca.

 

De inmediato, los afectados realizaron el reclamo en el local esperando una respuesta responsable. No obstante, lejos de asumir la falta y brindar una solución, los encargados intentaron justificarse sin sentido y se negaron a devolver el dinero.

 

Más allá de la pérdida económica, lo que más indigna a los clientes es la falta de empatía y responsabilidad del comercio frente a un hecho que pudo haber tenido consecuencias aún más graves.

 

Fuente: El despertador